Existe un gran mercado de este producto, con gran cantidad de estilos, formatos, colores y texturas disponibles, existiendo imitaciones de prácticamente todas las maderas naturales (Roble, Haya, Ipe), así como de piedra o cerámicas. También se comercializan acabados con relieves, ya que ciertas marcas ofrecen un acabado rústico. Es relativamente sencillo de instalar y ha ganado popularidad en los últimos 20 años debido a lo sencillo de su mantenimiento y, sobre todo, a su precio, más económico que los materiales naturales.
Puede estar garantizada, por norma general, desde 5 años hasta 35 años. La composición laminada del producto le permite resistir mejor las tensiones de deformación. Para zonas muy húmedas, como cocinas y baños, se recomienda el uso de materiales especiales, ya que el material estándar no resiste bien contacto prolongado con agua o humedad. Es más duro que la madera barnizada a la abrasión (aunque depende de la resistencia del laminado), por lo que resiste mejor los arañazos leves y tacones.
Por norma general, ofrece mejor comportamiento a las manchas, que los barnices tradicionales en tarima, parqué o parquet, aunque es similar al comportamiento de los poliuretanos de nueva generación o barnices al agua.
Los laminados de mejor calidad son empleados también en bares y discotecas, por su resistencia a la abrasión, manchas y a las quemaduras de cigarrillo.
Fuente: Wikipedia.